El sector servicios neozelandés me saca de quicio

Ejemplo nº1: Internet

El primer ejemplo de cómo te pueden sacar de quicio el sector servicios neozelandés, es referente a lo más importante en esta vida: El Internet. Llamamos a un proveedor de Internet para contratar una supervelocidad de 512 Kb (la otra opción eran 64 Kb, aquí van un poco atrasados) Su respuesta: Llame usted mañana por la mañana. Joder, en España recibes periódicamente llamadas a casa para unirte a un proveedor y aquí tienen los cojonazos de decirte que llames al día siguiente. Además, esta compañía es la que nos proporciona la electricidad (ya nos tenían como clientes, nada de dar de alta ni ostias) y tiene hecha la instalación en nuestro edificio (basta con conectar el Ethernet a la toma de la pared y a navegar) Pero nada, a llamar al día siguiente. Entonces nos dicen que lo tendremos listo a los 3 días. Y eso que tiene pinta de ser una gestión tan complicada como darle a un botón para activárnoslo. A los 3 días, nada de nada. Vuelta a llamar y respuesta de que debería funcionar y que ya nos llamarán a los 2 días. Con tranquilidad, los problemas hay que tomárselos con calma. Ya tenemos conexión, pero nos ha costado conseguirla. Parece que la incompetencia en los proveedores de Internet es una epidemia internacional.

Ejemplo nº2: Banco

Aquí en Nueva Zelanda te diriges a una oficina para abrirte una cuenta y lo que hacen es dirigirte a que te la abras en otra oficina que hay más adelante. Como tus millones de euros no han sido aceptados en la primera oficina, andas por la calle resignado hasta la segunda oficina que te indicaron. Y allí te dicen que en media hora van a cerrar, asi que mejor que vuelvas mañana. Y luego decimos de los funcionarios españoles. No te queda otra que volverte a casa pensando si es que tu dinero olía mal o algo. Están locos estos bancos neozelandeses. Finalmente al día siguiente la cuenta pudo abrirse (gracias bancos por dejar que os preste mi dinero)

Ejemplo nº3: Bolsas supermercado

Aquí hay una cosa que me encanta y es que en los supermercados, el de la caja te va metiendo él las cosas en bolsas. Siempre me ha agobiado (sobre todo cuando vas sólo a comprar y la compra es grande) eso de que no te de tiempo a meter las cosas. Yo pensaba que aquí lo hacían porque eran mu majetes, pero luego me he dado cuenta que la única razón es para que no les gastes bolsas de más. En todas las cajas pone “¿Realmente necesitas una bolsa?” Lo cual no entiendía mucho, ya que son ellos los que meten las cosas. Pero un día, la cajera casi me saca de quicio cuando me pregunto tres veces si para el articulo en cuestión necesitaba una bolsa. Pues no ves que es evidente que sí, gilipolllas. Si quieres me meto el pan bimbo en bolsillo, el bote de tomate dentro del calcetín y así con todo (porque la compra era grandecilla) Encima cada vez que le decía que sí con cara de “Hombre, pues evidentemente sí” me ponía mala cara y la siguiente vez me lo preguntaba como más indignada. ¿Pero qué cojones les pasa aquí con las putas bolsas?

Ejemplo nº4: Fianza Alberto

En el albergue que estuvimos al principio, Omar y yo teníamos contratadas dos semanas, pero Alberto (medio error de él, medio error de la escuela) tenía contratadas cuatro semanas. Asi que, como íbamos a mudarnos al apartamento, pues decidió perder lo que tenía contratado e ir al apartamento (tiene su lógica). A Omar y a mi nos devolvieron la fianza sin problema ya que no revisaron debajo de la cama donde teníamos escondidos los cadáveres. ¿Y a Alberto? A lo mejor pensaréis que le hicieron el gesto de devolverle algo de lo contratado. O que le dieron las gracias por dejarles la habitación libre antes de tiempo. Pues no, el caso es que no le querían devolver la fianza, incluso después de haber devuelto la llave ¿¿¿??? Encima que les dices de buen rollo que te vas (podía haberse esperado a cumplir el mes por si acaso algún día le da por dormir la siesta en su habitación, que para algo la ha pagado) Encima de que no te van a devolver nada. Encima de que pueden meter a alguien en tu habitación y cobrarle gracias a tu decisión. Pues no, no se la querían dar. Tuvo que pelearlo y volver otro día para que finalmente le dieran su dinero. No sé como no le prendió fuego al albergue.

Ejemplo nº5: Allí te sale más barato

En nuestra búsqueda de apartamento, vimos cosas raras (como el edificio que empezaba en la planta 4ª), pero algo que nos dejo un poco perplejos es cuando fuimos a la oficina de un edificio a preguntar y nos dijeron por encima como eran los apartamentos pero que nos fuéramos al de al lado (es en el que estamos ahora) porque nos iba a salir más barato ¿¿¿??? Y eso lo dijo la responsable de alquilar los apartamentos. Eso es saber vender y lo demás es tontería. Al final lo de trabajar a comisión va a acabar siendo bueno para el cliente, porque joder que desidia.

Ejemplo nº6: La china confiada

Ya lo relate en otra entrada anterior, pero también nos pareció la ostia el comportamiento de la gerente de nuestro edificio. No nos lo quería alquilar hasta que demostráramos que teníamos dinero para afrontar 4 meses. Y los métodos para demostrarlo fueron mediante capturas de pantalla (que todo el mundo sabe que tiene tanta validez como algo firmado ante notario, ya que es imposible de modificar con el Paint el número que aparece al lado del saldo) o mediante extractos de cajero que podrían haber sido cogidos del suelo y ser de Florentino Pérez. Aparte de eso, lo que parecía no saber, es que el dinero que tienes en el banco te lo puedes fundir al día siguiente intentando invitar a cubatas a todo el avión, en plan Melendi.