lunes, 19 de mayo de 2008

Cosas que hacer en Auckland cuando estás vivo

Ir al rugby

Como me había comprado una bufanda de los Blues, decidimos ir a otro partido para amortizarla. En este caso el partido era contra los Hurricanes de Wellington. Asi que podíamos considerarlo un derby. Además los Hurricanes llegaban a Auckland segundos y los Blues (sextos) tenían alguna oportunidad para clasificarse para semifinales (se clasifican los cuatro primeros, el resto vacaciones) si ganaban este partido. Asi que pintaba un partido interesante. Y así fue. Hubo casi lleno en Eden Park. No me extraña, ya que nuestra entrada valía 6€ (y te incluye los autobuses especiales centro ciudad-estadio) Y además te dejan beber cerveza. Asi si que se hace afición. Está vez fuimos unos cuantos más al partido. Nos juntamos alrededor de quince personas y la ubicación para ver el partido fue mejor. Ganaron los Blues 19-17, el partido estuvo disputado y muy intenso. Y hubo hasta polémica arbitral, ya que los árbitros tuvieron que ver repetida una jugada de un ensayo de los Blues un montón de veces hasta que decidieron que no fue. Malditos hijos de puta… El caso es que los Blues hicieron el mejor partido de la temporada (merecieron ganar de más) pero finalmente no pudieron clasificarse. Otro año será… Ahora a ver si conseguimos ver a los All Blacks, que juegan el mes que viene contra Inglaterra y en Agosto contra Sudáfrica.

Organizar (o no) una "experiencia asiática" en tu apartamento

Estando de fiesta con las koreanas Hye Young y Arah, habíamos hablado de quedar el siguiente Miércoles (por el Miércoles pasado) en nuestro apartamento, no sé si para cenar comida koreana o solo para beber o no me acuerdo bien (había 2x1 en cubatas) El caso es que estaba por allí Emilio (chileno) y se lo comentamos. Enseguida se puso a repetir “una experiencia asiática” “una experiencia asiática” Nos hizo mucha gracia y le dijimos que se uniera. Y como Rosario (argentina, una de las tres argentinas nombradas en entradas anteriores) estaba por allí, pues no íbamos a ser menos de comentárselo. Y el caso es que son muy amigos de Felipe (el chileno que me pregunta por De Juana Chaos), que vino el Lunes a nuestro apartamento, y claro, había que decírselo también. Pero si se lo dices a toda esa gente, no vas a dejar de decírselo a otros que son también amigos. Empezamos a sumar y a sumar gente hasta que esto se empezaba a parecer sospechosamente a una fiesta. Al final, el último día, las koreanas dijeron que no podían asistir, así que nos vimos obligados a hacer la “experiencia asiática” sin asiáticas. Bueno, estaban Eun Ji y Pan, pero no deja de ser gracioso como derivó el plan. Toda excusa es buena para una “pequeña reunión” Nunca digas la palabra fiesta que te traen a todos sus amigos lejanos a tu casa (vamos, como hacemos nosotros muchas veces cuando nos acoplamos)

Ir al zoo

Pues si, Auckland tiene zoo. Y está bastante bien. No es tan grande como el de Madrid, pero no es caro (unos 9€) y puedes gastar tus 5 horillas allí viendo animalejos. Creo que casi todos ya los había visto antes. La principal novedad era ver al kiwi. Un animalejo muy feo propio de Nueva Zelanda. Si, aquí todo lo representativo se llama kiwi. La fruta (NZ exporta una barbaridad de kiwis) y el animalejo. De hecho, a los oriundos neozelandeses también se les llama kiwis. Son asi de originales. En el zoo, al kiwi lo tienen en completa oscuridad (debe ser que le molesta la luz o algo) y apenas se le puede ver (y menos hacer buenas fotos, ya que no dejan usar flash) Pero bueno, estuvo entretenido para pasar el Sábado.

Ir a pasar el día al volcán

One Tree Hill es una colina, que en realidad es un volcán extinguido. Y los alrededores también reciben ese nombre. Está situado en un parque enorme dentro de la ciudad, donde podemos encontrarnos vacas y ovejas. Y te puedes subir a lo alto de la colina para tener unas estupendas vistas de Auckland. Además estuvimos paseando entre las ovejas y viendo árboles con unas increíbles raíces que formaban una cueva en su interior. Como podréis suponer está todo muy bonito, como casi todo en este país. La verdad es que como actividad para pasar el Domingo está bastante bien.

Ver al Estu mantenerse en ACB

Me levanté a las 6:30 de la mañana para ver el decisivo partido contra el León. También me las había apañado para ver el partido contra el Granada y el partido contra el Menorca, gracias a una página que me recomendó Oscar (www.rojadirecta.com) Contra el Menorca lo pasé realmente mal, porque los puteros estuvieron a punto de bajar. Por suerte, no fue así. El partido contra el León lo celebré acostándome. Eran las 8:30 de la mañana y solo había dormido dos horas. El Estu sigue en la ACB. Ahora solo falta que resuelvan el cisco que tienen montado dentro. Hay más problemas internos que en el PP.


Ver al Madrid eliminado en cuartos

Tras celebrar que el Estu se mantenía en la ACB, el siguiente paso para completar la alegría era que eliminaran al Madrid. Es una pena quedar primero después de tener que pelear durante 34 partidos y que venga el octavo y te eche a las primeras de cambio. Este partido no me levanté a verlo, pero tras conocer la noticia al levantarme, no pude quitarme la sonrisa de la boca en todo el día.


P.d: Como habréis podido comprobar he publicado nuevas fotos en Bocabajo. Las nuevas fotos comienzan en la 442 llamada Coche-gato. Al final, como siempre, los videucos. Por cierto, nos os podéis perder el video Omar hijo de puta muérete.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Peninsula de Coromandel y Hobbiton

El fin de semana pasado realizamos el último viaje que tenemos planeado en la Isla Norte. Alquilamos un monovolumen y nos dirigimos a la península de Coromandel. Aparte de los cuatro habituales, se nos unieron un batallón de coreanas: Eun Ji, Hye Young y Arah. Y también una turco-alemana, Hadiya. Tras darnos cuenta, nos preguntamos porque todas nuestras acompañantes a los viajes son chicas. Vosotros pensareis que es por las tetas. Pero no creo. Posiblemente sea por sus culos. ¡Yuju! Ya he conseguido poner en mi blog “tetas y culos”. Y encima he bordeado la sensibilidad de la audiencia femenina ganándome la palmada en la espalda del sector masculino. Ya estoy satisfecho. Continúo. Como decía, habíamos alquilado un monovolumen. Ésto lo hicimos el Miércoles. Y es que este viaje ha sido el más planeado de todos, con diferencia. Unas amigas argentinas nos recomendaron los sitios donde teníamos que ir y lo teníamos todo bien calculado. Reservamos el albergue con antelación (para que no tuviéramos que volver a dormir en el coche) y nos dirigimos a Coromandel con todo el planning milimetrado. Hay quien dice que mola más improvisar y que las cosas salen mejor así. Pero por experiencia de viajes anteriores, nos hubieran salido mejor con un poco de previsión. La primera parada del viaje fue en una mina de oro en Thames. Thames en su momento fue el lugar más poblado de Nueva Zelanda, gracias a la fiebre del oro en el siglo XIX. Aunque el recorrido dentro de la mina fue muy corto, tiene gracia eso de ponerse el casco, coger la linterna y caminar con la cabeza agachada por los túneles de la mina. Se nos olvidó cantar el “Soy minero” igual que a Dios se le olvidó repartir belleza cuando nacisteis. Tras la visita a la mina, nos dividimos: Fructuoso Martínez & Co se dirigieron a Coromandel Forest Park. Omar y yo nos dirigimos a Matamata. Que aparte de que todos los foráneos hagan el chiste con el nombre (todavía recuerdo aquello de “Luis Enrique, como el del Barça” “No, como tu puta madre”) tiene una atracción frikística, quicir, turística, llamada Hobbiton. La verdad es que no soy muy friki que digamos de El Señor de los Anillos, pero pensé en la envidia que os iba a dar a todos los frikis que leéis mi blog y me dije: Tengo que ir. El lugar donde se graba la comarca en las pelis es la granja de Alexander. El Alexander éste debe ser un terrateniente de la ostia, porque vaya parceluca que tiene el jodío. Cientos de laderas onduladas que parecían hechas por ordenador, con incontables ovejas pastando sobre ellas. Y allí están las casas de los hobbits incrustadas en la ladera. Todo muy cuco, muy idílico y muy bonito. Alli también aprovechamos para hacernos unas fotucas con unos orcos no muy creíbles. Eran dos cuarentonas que nos invitaron a Omar y a mi a ir a montar a caballo por la playa esa noche. Si no fuera porque no estoy acostumbrado, diría que intentaban ligar con nosotros. Me acorde de Labra, porque estaban intentando ligar con nosotros dos orcos de Mordor (pero de Mordor profundo, como dice él) Tuvimos que declinar la oferta, ya que a nosotros nos tiran más los animales. Asi que fuimos a dar nuestro biberón a las ovejas. Tras alimentar a los familiares de Mouton, vimos como un muchacho esquiló a una de ellas. Y dijo que en Nueva Zelanda había de dos tipos de ovejas. Unas de ellas eran la merinas, que las llevaron los españoles de cuando éramos un imperio (no como ahora que ni pasamos de cuartos) Tras esta agradable experiencia ovina, toco ir a descansar al albergue. Y es que el Domingo había muchas cosas que hacer.

El día siguiente se levantó con lluvia (uno no puede querer paisajes verdes y pretender que no te llueva de improviso) Por la mañana temprano fuimos bordeando la costa por una carretera muy bonita desde Thames hasta Coromandel Town. La carretera tiene cientos de curvas y prácticamente no dejas de ver el mar en ningún momento. En Coromandel Town cogimos un trenecito que te adentra en Coromandel Forest Park. Aunque parece que estás en el Amazonas, menuda selva. Tras disfrutar como niños, la siguiente parada era Cathedral Cove, una playa cojonuda. Pero dado que estaba lloviendo, a lo más que pudimos llegar es a bajarnos del coche y hacer un par de fotos rápidas antes de calarnos. Tras hacer las fotucas bajo la lluvia, al coche le dio por no arrancar. Y es que puedes planearlo todo perfectamente pero también puede caerte el diluvio universal y quedarte sin batería de repente. Tras preguntar si un automático se puede arrancar empujando (al parecer, no) Omar y Alberto se fueron a buscar ayuda mientras yo me quedaba con las chicas defendiéndolas de posibles violadores (vamos, que no me había llevado el chubasquero) Por suerte, no tardaron mucho en llegar con unos californianos que nos ayudaron a arrancar el coche. Lo malo es que ya no lo podíamos apagar para no correr el riesgo de quedarnos tirados otra vez. Asi que completamos el planning a duras penas yendo a Hot Water Beach, que como los más perspicaces habrán podido intuir, es una playa de agua caliente. Al parecer, tiene actividad geotermica y si haces un hoyo en la arena te encuentras con agua calentita calentita. Pero no pudimos hacer hoyo ni nada, ya que estaba Noe dando vueltas alrededor. Tras preguntarle que tal la familia, le tiramos un par de piedras y le dejamos agitando el brazo mientras salíamos corriendo. Tras éste incidente y tras quedarnos con las ganas de disfrutar de Cathedral Cove y Hot Water Beach, nos volvimos para Auckland. Y si, aquí también hay retenciones de entrada a la gran ciudad los Domingos por la tarde. Asi que nos tuvimos que comer un atasco enorme mientras escuchábamos por vigésima segunda vez el único CD que teníamos para el viaje. “Pastillas de freno, a toda pastilla, salpicaderos...” Ya se podrían haber puesto los Estopa una bateria en condiciones...

P.d: He publicado fotucas en Bocabajo. Son relacionadas con cerveza y de este último viaje. Comienzan a partir de la foto 393 llamada Guinness. Al final hay tres videucos.