domingo, 17 de febrero de 2008

Barbacoa y festival

El sábado quedamos con dos chilenos y dos brasileños para hacer barbacoa en nuestro albergue. Los chilenos son novios. Y la chica ha acogido a Omar como su pañuelo particular. Ya van dos veces que casi se pone a llorar en su hombro. Pobre chica, si supiera lo hijo de puta que es. Hay que decir que la barbacoa estuvo bien. Compramos ternera, cordero y cerveza. El cordero está a precio de ternera y está buenísimo. Y es que aquí tienen 10 ovejas por habitante. Después, jugamos un poco al billar gratuito del albergue. Renato, uno de los brasileños, se pasó durante todas las partidas diciendo “He’s maricón”, refiriéndose a su amigo brasileño, que no se inmutaba. Debe ser que le gusto la palabra. Y es que siempre que podemos difundimos el castellano. Por cierto, maricón en portugués se dice “viado” Tras hartarnos de cerveza y billar nos dirigimos a un festival donde había otra chavalería. Nos lo habían vendido como un festival de jazz a las 6 de la tarde, lo cual nos pareció un plan bastante fructuoso. Pero resultó ser como unas fiestas españolas de pueblo grande pero con estilo neozelandés. Había puestos de comida, musicote, mucho césped y la gente muy contenta. No me explico como estaban todos borrachos porque no veías a nadie bebiendo. Era muy raro. Por cierto, las jovencitas neozelandesas, cuando se emborrachan, tienen una manía extraña de ponerse a correr y gritar. Hablando de puestos de comida, lo primero que vimos nada más entrar al festival fue una bandera española con el toro de Osborne. Se trataba del famoso puesto de comida Paella-Pan. Está regentado por un español (o no) “Hola, ¿eres español?” “Si” “¿De dónde?” “Perpignan” “Pero eso no es España, es Francia” “Pero está muy cerca” Con dos cojones. Y es que los de Bilbao nacen donde quieren, la ostia. Mientras intentábamos encontrarnos con los que se supone que habíamos quedado, dimos por alli una vuelta, nos comimos una especie de filete de mejillones empanado y escuchamos un poco de un concierto. Después Giordano intentó desintegrar a Alberto, pero no lo consiguió. Asi que segundo intento fallido. Por ahora, estos dos hijos de puta siguen vivos. Pero dicen que a la tercera va la vencida. A ver si hay suerte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder Perpignan, en el mismo centro de Madrid vamos.
Estoy viendo ke estos neozelandeses se lo montan de puta madre: ke si vinitos, ke si fiestas de pueblo, ke si cubatas, ke si playas. No se privan de nada, perecen andaluces xDDD.

Luisen dijo...

Si ejque el clima hace el carácter...